martes, 10 de febrero de 2009

065, 066

Quiero quejarme con el mundo de la pésima atención que proporcionan el 065 y 066 de la Ciudad de México, hace poco sufrí una pérdida irreparable en mi vida, mi marido sufrió un infarto mientras descansaba el fin de semana en casa, como deberán imaginarse desesperada llame al 065 el cual nunca me respondió y luego al 066 donde me contesto una chica que me pedía que me calmara, cosa que es imposible al ver a tu marido en esa situación y en segunda después de explicarle la situación solo atino a preguntarme si mi familiar estaba consiente, cosa que no era así y luego me pregunto si respiraba o no para saber si enviaba una ambulancia o no y que en caso de que me concedieran la gracia de enviarme una ambulancia esta tardaría de 30 minutos a una hora en llegar. Total que frustrada, asustada y enojada colgué en eso llegaron los policías a los cuales habían acudido mis muy amables vecinos (a quienes desde aquí les agradezco su ayuda) me preguntaron que había pasado y me dijeron que el medico estaba por llegar, que me tranquilizara unos cuantos minutos después efectivamente llegaron los paramédicos de la policía lo revisaron y me dieron la muy mala noticia de que ya había fallecido. Mi agradecimiento al médico que me atendió y que fue mas rápido en llegar que una ambulancia de la Cruz Roja, a los policías que amablemente trataron de ayudarme, a mis vecinos, a los amigos de Alberto en especial al Ceferino, a mis amigos, mi familia y compañeros de trabajo por estar conmigo y con el en este momento tan difícil, besos a ti amor y recuerda: Nos amaremos después la vida nos perderá, seremos polvo otra vez, la tierra nos beberá. Muy lejos de este lugar tal vez te vuelva a encontrar nada será como es, tal vez seamos polvo estelar.

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